jueves, 21 de mayo de 2015

21-05-2015. Querido diario:

Querido diario:
Esta mañana he desayunado café con leche. Como no tenía nada para mojar he preparado unos huevos fritos. Creo que no ha sido una buena idea, no se dejan mojar bien en la leche y se me rompían en los dedos. ¡Que ingratos son conmigo los huevos fritos, con lo que yo los quiero!
Anoche soñé otra vez con el jefe bandido de la cueva del nivel 14, el muy asqueroso tiene una espada de rayos y en el sueño cada vez que me mataba se reía. Bueno, en el juego también. Lo paso muy mal, así nunca seré Archimago. Esto me causa gran consternación y una frustrante sensación de que me pica la nuca. He intentado explicárselo a mi terapeuta, pero se encierra en su despacho cuando me ve venir y no atiende a las cosas tan interesantes que le digo. Lo peor fue la vez aquella que se disfrazó de su secretaria e impostando la voz me dijo que ya no trabajaba allí, que se había hecho escayolista y se había ido a Canarias a trabajar.



Querido diario:
Anoche soñé que volvía a la cueva de los ladrones. Habían cerrado la entrada y se habían ido a Canarias a trabajar de escayolistas.
Esta mañana al ir a hacerme el desayuno había un trozo de escayola en el fregador.
Lo he fregado y puesto a escurrir, pero no recuerdo haberlo puesto para lavar, extrañamente parece faltar un trozo de escayola del techo de la cocina.

Querido diario:
Ayer me pasaron un parche para el juego. Para ser Archimago no tengo ya que matar al jefe bandido de la cueva del nivel 14, si no ganar unas oposiciones. ¡Que bien!
Mi vecino me mira raro.
Me asaltan dudas existenciales.  Es terrible, porque también me asaltan dudas no existenciales. Y yo no asalto a nadie, que soy un angelico.

Querido diario:
Me han pasado el temario de las oposiciones para Archimago. Son siete volúmenes de magia arcana y otro de hechizos de tercero. El que hizo el parche se lo curró bien. Da gusto que haya gente que se meta tanto en el papel.
Conseguir los libros ha sido un poco caro, pero creo que merecerá la pena. Al fin y al cabo, mi primo Eusebio para ser conserje estuvo estudiando un año y yo voy a ser Archimago en un par de días. Ja ja ja. Y luego el tonto soy yo.
Voy a estudiar.
 
Querido diario:
Anoche soñé que estaba estudiando y me venía a ver mi vecino disfrazado de jefe bandido de la cueva del nivel 14. Al principio discutíamos y luego se ponía a llorar porque dice que desde que me he metido a estudiar ya no voy a que me mate y se ría de mí.
Creo que es un ingrato.
Además, ayer había un trozo de escayola en el pasillo. Y mira por donde falta un trozo de escayola del techo de ese mismo pasillo. Es mucha casualidad.



Querido diario:
Cuanto más me intereso en mis estudios de hechicería profunda más convencido estoy de que erré mi camino en la vida.
¿Cómo es posible que todos estos años viviera ignorante de que que no se pueden lanzar bolas de fuego si el nivel de maná es menor de 15?
Me avergüenzo profundamente.


Querido diario:
Ya he hecho el examen para mis oposiciones de Archimago. El que hizo el parche ha hecho que nos presentáramos además de yo otros quince personajes del juego. Había un campesino que me miraba raro. El examen no era demasiado difícil. No creo que tarden mucho en darnos los resultados.
He estado otra vez en la consulta de mi terapeuta, pero sigue en Canarias

Querido diario:
No he ganado las oposiciones. Para colmo me han expulsado de la Universidad Arcana por burro. Creo que no ha sido buena idea instalar ese parche.



Querido diario:
¡¡Me han pasado otro parche genial!! Puedo ocupar un despacho de terapeuta en la capital del reino y tratar al jefe bandido de la cueva del nivel 14. Por lo visto sufre trastornos de personalidad y tendencia a la esquizofrenia compulsiva. No podré lanzar bolas de fuego, ¡¡pero le podré mandar electroshocks!!



lunes, 11 de mayo de 2015

Don Pánfilo Carahuevo. Naturalista sobresaliente. Parte Sextántica

Como quedó visto en la anterior entrega de la vida de este apasionante mecenas del conocimiento humano, el doctor Carahuevo dejó sus trabajos en el área de la cirugía.
Por esas fechas, un mequetrefe llamado Darwin había postulado una original teoría sobre que unas especies descienden de otras, y que todos los seres vivos estaban emparentados. Esta teoría había causado un gran revuelo en el mundo académico. Algunos eminentes sabios la rechazaban de plano, al grito de "¿Pos no ves que no?", otros solo en parte, como el profesor de 3º de EGB del colegio mixto de Jamón y Queso, Don Peonio Cuatroquesos, que había exclamado "Ahora entiendo porque le veía cara de grulla a mi prometida, debe estar emparentada" o el eminente sabio Don Pepe García O'Hara, que había aprovechado para casarse con una gallina ponedora muy buena que tenía y reclamar todos los huevos que pudiera poner en el futuro.
La comunidad en general aceptó la teoría del nuevo científico, que llegaría a ser conocido posteriormente como un naturalista muy destacado.



Hay que hacer un inciso y aclarar que, hoy en día, naturalista y naturista no son lo mismo. Mientras que unos cazan mariposas los otros andan en bolas todo el día, menos cuando hace frío, que se dan de baja.
Para ser naturalista solo hace falta llevar gafas y decir coleóptero sin tartamudear. Para ser naturista hay que pasar un examen de aptitud.



Don Pánfilo fue muy reacio al principio. Hizo algunos estudios por su cuenta al respecto. Según su biógrafo, a quien ya hemos mencionado en anteriores ocasiones, Don Pascualino del Abedul, Pasó toda una tarde en el registro civil de la provincia buscando esas trazas de familiaridad entre especies. Parece ser que encontró a un tal Severino Piedrapómez Corneja, que parecía ser descendiente de los Corneja de toda la vida. Abrumado por el hallazgo, siguió escarbando en los archivos más antiguos y encontrando cada vez más muestras de esa consanguinidad entre especies. Las pruebas mas tajantes fueron las mas antiguas, como es natural. Así, se dio con los registros de Pedro Picapiedra Diplodocos y de Pablo Mármol Tiranosaurio (Ambos nombres sería plagiados con posterioridad por una productora de dibujos animados en un intento pueril de dar verosimilitud a una serie infantil que tendría un cierto éxito) descendientes ambos de los Diplodocos y los Tiranosaurio de la comarca.
Aceptada la nueva teoría por nuestro insigne hombre de ciencia, lo hizo público en su celebre discurso "De la psique a los calcetines de lana" ante la academia de Ciencias de París.
La tarea que se planteaba ahora ante la comunidad científica era ardua.
¿Como iban a quedar clasificadas las especies?
La primera propuesta la hizo el profesor de historia comparada de la Universidad Complutense de Nueva York, Mr Jenny Mytaylorisrich. "Es muy sencillo..." -dijo- "...por un lado estoy yo, y por otro el resto del mundo, que no me llegáis ni a la suela del zapato, panda de haraganes"
Siguieron diversas propuestas más, las mas interesantes son estas que a continuación indico:



El profesor Ivanovich Petrochenko, de la Universidad Complutense de Kiev, que habló de especies que se mueven y de especies que no. Fue un principio. Por un lado estarían los minerales y las plantas y por otro los demás seres. Dio lugar a la polémica de que serían entones los fósiles y en que parte de la evolución deberían quedar los insectos palo.
Además, por esa época, el profesor de huevología (disciplina que ya no existe) Mesié Fransuá de la Roquefort había encontrado el fosil de un huevo gigante y había afirmado con rotundidad que todos los pájaros del mundo descendían del mismo. Lo había llamado Huevosaurio del Katmandú.
Los científicos no lo apoyaban. Aducían que no tenía alas, ni patas, ni boca, ni más cosas que más tarde o más temprano le harían falta para vivir. El profesor de la Roquefort argüía que seguramente no necesitara alas, ya que era capaz de levitar, ni patas, porque pudiendo levitar, ¿para qué andar?, que seguramente no necesitara boca porque absorbía los alimentos por ósmosis cósmica y que por la misma causa no precisara ni fosas nasales ni ano ni orejas ni ombligo. Aquí hallaba la prueba de peso de su teoría, ¡¡Ningún pájaro en el mundo tiene tampoco ombligo!!



El profesor Rigoberto Ándale Ándale, de la Universidad Pontificia de Jalisco propuso clasificar los seres en freibles, asables e incomestibles. Así, las patatas serían freibles, los corderos asables y las piedras en general incomestibles.
La teoría del profesor Rigoberto era muy ingeniosa, y seguramente muy práctica también. Pero enseguida surgieron los detractores. La Universidad de Miskatonic incluyó rápidamente la espinaca rupestre en el género de los incomestibles, El profesor Guastavo Popeye de la Universidad de Praga protestó de forma enérgica y tuvo que intervenir el sumo pontífice.
Luego surgió la controversia de la sardina, ¿Es freible?, ¿es asable?
Y por supuesto, la nefasta receta que hizo pública Mesié Críspulo Guá por esas fechas "Crema de Amianto rebozada a las finas hierbas, con esencia de nitrógeno al caramelo de feldespato"
La división del profesor Ándale cae en el olvido.



El profesor emérito de la Universidad emérita de Cambridge, Mister John Protozoo propone una división mucho mas razonada, y en escalas. Así, estarían, los hombres, los animales, los bichos, los monstruos y los pedruscos.
Los hombres quedarían a su vez divididos en cinco categorías. A saber:
 Tíos peludos, mariquitillas, tías buenas, tías del montón y el kioskero de la calle de atrás (a quien insiste en llamar el eslabón perdido)
Los animales quedarían divididos en otras tantas categorías:
Animales con pelo, animales sin pelos, pajaros de jaula, pajaros que no se pueden meter en jaulas, peces y marisco.
Entre el marisco incluye al cocodrilo y a una tía suya con la que parece que se llevaba muy mal.
Los bichos se dividirían en:
Los que dan mucho asco y los que dan asco a secas.
Los monstruos los clasificó en:
Los monstruos de los lagos Ness, Frankenstein, vampiros, hombres lobos, momias, zombies y otra tía suya muy fea.
Los pedruscos los clasificó por colores.



El profesor Wunter Volkswagen de la universidad de Berlinburgo propone, basándose en los anteriores trabajos de sus colegas una clasificación mucho más racionalista.
Divide a los seres en Repúblicas, estas es cantones, estas otras en provincias, y asi hasta poner nombre y apellidos a cada especimen.
Lo pasa mal cuando lleva su racionalización a las hormigas. Acaba liándose y poniendo el mismo nombre y apellido a tres mil de ellas. Es el descrédito inmediato.
Sin embargo su método parece ser mas sensato que la mayoría y al poco tiempo, el insigne Vate de la orquesta filantrópica de Valdemoro, Don Yamamoto García lo vuelve a presentar a la comunidad científica.
Ha cambiado la división de Repúblicas en Reinos, para disimular. Y luego habla de clase, orden, familias...
La comunidad científica lo contempla con arrobo. Mister Crispín O'Hara, siempre tan crítico con todo lo que sobrepase la ortodoxia no se pronuncia.



El profesor Carahuevo va más allá y dice que la clasificación del Vate García es muy chula. Que por supuesto que hay que pulirla un poco, pero que es una base sobre la que trabajar muy adecuada.
Da  así por concluida su etapa de naturalista y como llegaba el buen tiempo se fue a la playa con María de la Pirindola, ¡¡¡que estaba mas blanca...!!!

viernes, 1 de mayo de 2015

El retorno del comendatore

 En nuestra incansable lucha por la recuperación de la cultura en todo su extenso significado, tenemos en este día el inmenso placer y la grata satisfacción de volver a traer a la luz pública una de las más controvertidas obras de la dramaturgia universal, producto de uno de los autores más polémicos de los pasados siglos.
Pier Paolo Aniceto del Piamonteso es uno de esos dramaturgos malditos, cuya obra ha sido ocultada por las mentes bien pensantes de la ortodoxia oficial. Fue muy conocido en su época como fontanero y encofrador. En esta última labor destaca como uno de los más brillantes artistas. Según la enciclopedia británica era un virtuoso del encofrado, y se lo podría catalogar como el Miguel Ángel de tal arte.
Como autor teatral escribió numerosas obras. La inmensa mayoría no llegaron a estrenarse nunca. La  que hemos rescatado, El retorno del comendatore, fue estrenada un 30 de Abril en el teatro de la guardería infantil de Nápoles de la Frontera. Fue una obra pionera y rompió muchas barreras. Jamás nungún autor se había atrevido a quemar un castillo en el escenario antes, ni ninguno volvió a hacerlo después. Sin embargo la crítica se cebó en unos supuestos desnudos femeninos que decían que no aportaban nada a la trama y eran de todo punto innecesarios. Nosotros creemos sinceramente que no hay ninguna escena de más. Es más, hemos hecho una encuesta en nuestros círculos cercanos y nos hemos encontrado con que el 100% de los hombres estaba de acuerdo en que esas supuestas escenas realzaban la plásticidad de la acción y daban más dinamismo a los diálogos.






EL RETORNO DEL COMENDATORE
de Pier Paolo Aniceto del Piamonteso

Obra de Teatro costumbrista en 7 actos

Reparto de la obra (En su estreno en el Teatro anexo de la guardería "Pinocchio era un bambino molto difichile et de madera de pino baratto" de la ciudad de Nápoles de la Frontera)

Comendatore Ricardone                                 Ernesto Lambretta
Doña Augusta                                                 Merceditas Marcapassini
Señor Spock                                                    Luis Ricardini Cantidubi
Doña Filántropa                                              Maria Antonieta de la Acebucchia
Emérita Canalejas                                           Augusta Alpesto
Conde Fabricchio Prandemolinni                   Augusto Mequedeao
Luis Ricardini Cantidubi                                Jacarando Ricochette
Ernesto Lambretta                                           José Luís Spock
Jacarando Ricochette                                      Fabricchio Prandemolinni
Lucrecia Rigoletto                                          Filántropa Alpesto
Crescenda Rigoletto                                       Lucrecia Rigoletto


ACTO I

El escenario simula ser el gran salón del castillo de Prandemolinni. Hay una gran chimenea en el centro del proscenio y una gran escalera de caracol que conecta el gran salón con la terraza del proscenio. Si hace falta se construye otro proscenio. La escalera debe ser de forma de caracol, pero no hace falta que lleve cuernos.
Hay un gran mural al fondo que representa la batalla de Montecarlosonne, donde el rey Amadeo Queteveo desmontó de un cantazo al usurpador Parmecio Hasidoniño. Hecho que en su momento será ampliamente comentado.
Al levantarse el telón está en escena Jacarando Ricochette, mayordomo y ayuda de cámara del conde Fabricchio. Jacarando está limpiando con un plumero las brasas de la chimenea.

JACARANDO RICOCHETTE: ¡Cuanta mierda hay en este castillo! mi arma. Ohú, y er tonto der plumero este, pos no va y se prende. Mare mía que se va a quemar el castillo.

En efecto, mientras dice esto, a Jacarando se le ha prendido de llamas el plumero e intentando apagarlo ha prendido el escenario.

JACARANDO RICOCHETTE: ¡Ohú, que se va a quemar el castillo! Ya verás cuando vuelva el comendatore.



ACTO II

El escenario simula ser la ducha de la casa de las hermanas Rigoletto. Al levantarse el telón ambas están duchándose.

LUCRECIA RIGOLETTO:  Hay que ver que sucias estamos. Ven que te frote la espalda.
CRESCENDA RIGOLETTO: ¡Ay sí, sí, frótame la espalda, sí!

Se oye en este punto que llaman a la puerta.

CRESCENDA RIGOLETTO: ¡Que fastidio! Llaman a la puerta. Ven, vamos a abrir.
LUCRECIA RIGOLETTO: Es verdad, que fastidio. Vamos a abrir la puerta. Como somos tontitas no hace falta que nos tapemos con la toalla.
CRESCENDA RIGOLETTO:Sí, es cierto. Que tontitas somos.

Salen ambas de la ducha y cuando están a punto de salir del escenario se oye una voz que les dice:

VOZ EN OFF: Déjelo, ya volveré otro día.

Ambas hermanas vuelven a la ducha.



ACTO III

El escenario simula ser el jardín de las ruinas requemadas del castillo de Prandemolinni. Hay un árbol frondoso en el centro y a sus píes una mesa con el servicio del desayuno. Sentados a la mesa se encuentran Doña Augusta y el señor Spock. Doña Augusta es una señora entrada en años y en carnes, de rostro severo y mirada muy dura. Come con fruición en todo el acto y apenas levanta la vista de los platos. El señor Spock es un hombre en la cuarentena sumamente elegante y con las orejas de pico. Jacarando Ricochette, mayordomo y ayuda de cámara del conde Fabricchio está pasando el plumero al césped. Al levantarse el telón entran en escena Ernesto Lambretta y Doña Filántropa. Ernesto es un joven sumamente amanerado que está aprendiendo el idioma y habla pronunciando con dificultad. Doña Filántropa es muda.

SEÑOR SPOCK (Viendo venir a los recien llegados): Mis queridos amigos.
ERNESTO LAMBRETTA:  Yyyyooooo yooooo Io Lló Yo...yo kiera, querendo, Io curía quiera Lló curió...
DOÑA FILÁNTROPA:...
SEÑOR SPOCK: Mis queridos amigos, ¡Que sorpresa más agradable verlos por aquí!
ERNESTO LAMBRETTA: Io quiera un madalenno, lló qusié uno madalenio...
SEÑOR SPOCK: Mis queridos amigos, ¿usted quiere un madalenio, mi querido amigo? pues no hay. Solo magdalenas, ya es casualidad, ¿a que si? Mi querido amigo.
DOÑA AUGUSTA: Las magdalenas son mías.
DOÑA FILANTROPA...
Vase



ACTO IV

El escenario simula ser la ducha de la señorita Emérita Canalejas, que casualmente se está duchando en ese momento.

EMÉRITA CANALEJAS: ¡Ay que ver que sucia estoy! Voy a frotarme con entusiamo berebere.

En ese momento llaman a la puerta. Emérita cierra el agua y se da cuenta de que no tiene a mano la toalla. Sale de la ducha y se dirige a la puerta. Pero al llegar a ella se oye una voz:

VOZ EN OFF: Déjelo, ya volveré otro día.

EMÉRITA CANALEJAS: Bueno, pues volveré a la ducha



ACTO V

El escenario simula ser el despacho en el ministerio de los ultramares del Conde Fabricchio Prandemolinni, que se encuentra sentado en su mesa de trabajo. El Conde es un hombre joven y apuesto. De buena posición y elegante porte. Se encuentra con él su secretario,  Luis Ricardini Cantidubi. Éste es un pollo pera de afilada mirada y acerada lengua. 

FABRICCHIO PRANDEMOLINNI: ¿Ma como sei possibile, mio caro ragazzo? 
LUIS RICARDINI CANTIDUBI: Hijo, señor conde, de verdad, de verdad.
FABRICCHIO PRANDEMOLINNI: Ío no capischi. ¿Como sei posibile que se hay quemato il mío castilleto porque estaba moito succio? Ío non capischio.
LUIS RICARDINI CANTIDUBI: Pues cuando vuelva el comendatore le pregunta usted.
FABRICCHIO PRANDEMOLINNI: Ma, ¿E donde está el comendatore?
LUIS RICARDINI CANTIDUBI (Mirando con cara de saber algo y no querer decirlo): Eso, señor mío, puede ser un gran misterio.
Vanse ambos.



ACTO VI

El escenario simula ser la ducha de las hermanas Rigoletto, que ya vimos en el acto II, han invitado a ducharse con ellas a la señorita Emérita Canalejas. Al levantarse el telón, casualmente están las tres en la ducha.

EMÉRITA CANALEJAS: Hay que ver que sucias estáis, venid que os frote.
CRESCENDA RIGOLETTO: Sí, sí, frótanos que estamos muy sucias.
LUCRECIA RIGOLETTO: Sí, eso frótanos. Y ya luego, si eso, te frotaremos nosotras.
EMÉRITA CANALEJAS: ¡Que bien lo pasamos! ¿Verdad?

Llaman a la puerta en ese momento. Las tres jóvenes se miran y deciden ir las tres a abrir. pero se han olvidado las toallas. Asi que salen de la ducha y cuando están a punto de salir de escena se oye una voz desde el exterior.

VOZ EN OFF: Déjelo, ya volveré otro día.

CRESCENDA RIGOLETTO: ¡Vaya, que fastidio!
LUCRECIA RIGOLETTO: Sí. Pero como somos tontitas...
EMÉRITA CANALEJAS: Es verdad, que bien lo pasamos.



ACTO VII

El escenario simula ser el jardín de las ruinas requemadas del castillo de Prandemolinni. Pero ahora visto como si vinieramos de la parte norte de la carretera de Florencia. Hay que construir un pueblo para que se vea a lo lejos.
En escena está Jacarando Ricochette, mayordomo y ayuda de camara del conde Fabricchio, pasando el plumero al cedro milenario que hay en el proscenio.

JACARANDO RICOCHETTE: Mare mía, cuanta mierda tiene este jardín. ¡Ohú, que jartito me tienen! Pero tú te puedes creer cuanto porvo tiene este árbol. Esto no lo han fregao ni en la pascua ni ná.

Entra por la derecha del proscenio el Comendatore Ricardone. Es un hombre de unos 45 o 74 años, o una cosa o la otra, pero las dos al mismo tiempo no. Es alto y fornido, rechoncho y cabizbajo, lleva greñas y una gafas de esas gordas y grandes para presumir de que en Italia hay cristal para dar y regalar. Entra distraido y pensando en sus cosas. Repara en que el castillo se ha quemado y se dirige a Jacarando.

RICARDONE:  Pero, ¿Qué ha pasado?
JACARANDO RICOCHETTE: Buenos dias Comendatore, pues que se ha quemado el castillo.
RICARDONE: Se ha quemado, claro. Es verdad. Que cosas pasan. Hay que ver. Pues nada, ¿que se le va a hacer?
JACARANDO RICOCHETTE: Pues eso he disho yo.
RICARDONE: Pues nada. Yo llevo todo el día buscando una dirección y tocando puertas para preguntar y no me han abierto. En fin. Ya he retornado.



CAE EL TELÓN